Cómo mantener la motivación en el trabajo
¿Quién no ha sentido en algún momento de su trayectoria laboral el deseo de tirar la toalla y dejarlo todo? ¿Quién no ha sufrido desmotivación, irritabilidad y estrés infundado por la tristeza a la hora de acatar el día a día?
Si te sientes identificado con alguna de estas situaciones, es que efectivamente en alguna etapa de tu vida laboral o en la actualidad has sentido desmotivación y, en el largo plazo, esta sensación puede convertirse en un problema.
Disfrutar del trabajo no es sólo llegar contento por las mañanas y reírse mucho con los compañeros, pasarlo bien o llevarse fenomenal con los jefes. En ocasiones, puede ser un reto diario ser feliz en el trabajo, disfrutar de la toma de decisiones, sea cual sea tu desempeño, disfrutar de la responsabilidad que puede conllevar tu puesto, disfrutar de la realización de tus tareas puede convertirse en una auténtico suplicio si lo vives desde la desmotivación personal y laboral.
Sin embargo, es muy frecuente sentirnos desmotivados en el ámbito laboral, analicemos porqués. Algunas de las razones que podemos encontrar son las siguientes:
1.Tener un salario que consideramos injusto.
2.La monotonía de la rutina y la falta de participación en la toma de decisiones que podrían mejorar nuestra situación.
3.Vivir en un clima laboral tóxico, con críticas destructivas o acoso laboral.
4.Realizar una gestión ineficaz de tu trabajo diario.
5.Tener problemas de comunicación en tu entorno laboral.
6.Agotar tus reservas en el plano creativo y toma de decisiones.
7.No contar con un plan de crecimiento profesional.
8.Sentir una falta de reconocimiento de tu tarea por parte de tus jefes o compañeros.
9.Contar con expectativas que no se cumplen.
Estas son solo algunas de las razones que nos llevan, en el ámbito del trabajo, a sentir la desmotivación.
Es muy importante que sepas que la desmotivación de las personas trabajadoras, para una empresa, va a repercutir directamente en el negocio. Por eso es importante también que puedas comunicarte con tus superiores para tomar decisiones y estudiar opciones al respecto. La productividad de una empresa disminuye en un 40% cuando el equipo está desmotivado.
Cuando nos sentimos desmotivados, podemos llegar a ser muy tóxicos para el entorno laboral y nuestro rendimiento, sin olvidarnos de que podemos influir negativamente en las opiniones de los demás sobre nosotros mismos y obviando las repercusiones que esto podría tener en nuestro puesto dentro de la empresa.
Debemos acabar con la desmotivación lo antes posible, siempre que esté en nuestra mano, o pedir ayuda profesional si la necesitamos.
Una vez que hemos entendido como la desmotivación puede afectarnos en nuestro trabajo, vamos a explicar lo importante que es ser proactivo, ya que trabajar la proactividad y la acción en el trabajo te ayudará a ser mucho más productivo y a ganarle el pulso a la desmotivación.
¿Cómo mantener la motivación?
Ya conoces lo que significa perder la motivación. Te comparto algunas de las recomendaciones que te ayudarán a mantener la motivación en el ámbito laboral:
– Aumentar las relaciones interpersonales en el trabajo.
– Desconecta, organízate y planifica. En ocasiones si no hay orden es probable que sientas que pierdes cierto control sobre el día a día.
– Practica el optimismo y busca nuevos retos que te descubran nuevas cosas sobre ti.
– Amplía tus habilidades y competencias, por ejemplo, a través de la formación y el reciclaje profesional.
– Trata de dedicarte a algo que te apasione, es un buen aliciente. Y, si no lo tienes fácil, al menos busca un hueco en tu agenda semanal para hacer esas actividades que te apasionan.
Otra gran recomendación y uno de los mayores recursos para aumentar tu capacidad de motivación es ser proactivo, desarrollar esta habilidad puede cambiar tu futuro en todos los ámbitos de tu vida, especialmente en el ámbito laboral.
¿Por qué es importante ser proactivo/a?
Para muchos de nosotros, ser una persona proactiva nos puede llegar al éxito en los diferentes ámbitos de la vida, laboral, familiar, social, en nuestra escuela, etc. sobre todo porque la proactividad abre oportunidades que, a priori, no existen.
Podemos encontrar diferentes definiciones de proactividad, por ejemplo, es una actitud de control a través de la cual la persona realiza actividades de manera correcta, eficiente y en el menor tiempo posible.
Mantener una alta capacidad de gestión y de respuesta ante las situaciones, también implica que puedes ser una persona proactiva en tu trabajo o en cualquier entorno en el que te muevas.
Ser proactivo puede ayudarte a mantener la motivación en tu trabajo de diversas maneras:
1.Cuando eres proactivo, tiendes a exponer más ideas.
2.Tu capacidad de mostrar propuestas nuevas también aumenta.
3.Tus posibilidades de disfrutar de tu trabajo aumentan por tu nivel de compromiso.
4.Puedes asumir la flexibilidad y cualquier cambio que se de en tu puesto de trabajo o tarea de una manera más amable, de aceptación.
Además el hecho de salir de tu zona de confort para proponer cambios o novedades te permite estar más al día de los últimos avances o ideas en tu sector.
Si eres un trabajador proactivo ten por seguro que tu organización ya lo ha detectado.
Las posibilidades de avanzar y conseguir mayores logros laborales también pueden ser ya una realidad.
Trabajar la proactividad y reflexionar sobre tu nivel de motivación dentro de la organización son gestos que pueden ayudarte a conocer mejor tus límites, a sentirte aceptado dentro de la organización, a conocerte mejor. Puede ser también un recurso para valorarte a ti mismo/a y de observarte de una manera más amable.
¿Te sientes desmotivado? Si sientes que no tienes las herramientas necesarias para poder retomar las riendas de tu trabajo, familia o retomar tus relaciones sociales, recuerda que siempre puedes pedir ayuda.