Cómo evitar discusiones en Navidad sin morir en el intento
Estamos en las puertas de una fecha señalada, muy deseada y querida por unos y muy temida por otros. Es el momento de realizar esos viajes que tanto has querido, de reencuentros familiares, de quedar con esos amigos que llevas tiempo sin ver, de buenos deseos e intenciones. Pero a veces, estos buenos deseos se truncan en conflictos y discusiones navideñas. Aquí tienes algunas claves para evitar discusiones en Navidad, sin morir en el intento.
La Navidad es un momento del año que muchos identifican con momentos de alegría y felicidad, momentos para pasarlos en familia, reencontrarse con personas que viven lejos, ver a los amigos, hacer reuniones tan esperadas en las que se comparten horas y horas alrededor de comidas y cenas.
Sin embargo, tantas horas alrededor de una mesa entre comida y bebida no siempre acaban de forma agradable. Lo que deberían ser momentos entrañables para compartir y disfrutar con la familia y amigos, se pueden convertir en ridículas discusiones que destrozan el espíritu navideño. En esos reencuentros hay personas que se ven muy pocas veces en el año, personas que no son afines entre sí, o incluso, hay rencillas entre ellos. No siempre es placentero quedar con familias y amigos.
Cómo evitar discusiones en Navidad sin morir en el intento
Si sigues estas claves para evitar discusiones en Navidad podrás tener unas fiestas en paz y podrás evitar innecesarias disputas.
Evita ciertos temas de conversación
Hay temas calientes que pueden ser el detonante para una posible discusión familiar en Navidad. Evita hablar de política, religión o fútbol, son tres temas muy divergentes por los que las personas no siempre están de acuerdo. Estos generan creencias y convicciones muy profundas, lo mejor para prevenir las discusiones es evitarlos.
La empatía y cordialidad son ingredientes que no pueden faltar en una comida o fiesta de Navidad. Si hay familiares o amigos que insisten en hablar sobre estos temas, lo mejor es hablar de forma serena comentando de forma asertiva que no estás de acuerdo o incluso que te encuentras incómodo hablando de estos temas.
La asertividad y la comprensión serán tus mejores compañeras
Para evitar los conflictos en Navidad hay dos amigas que deben acompañarte en las comidas y cenas: la asertividad y la comprensión. En muchas ocasiones tu compañero o compañera no está pasando por el mejor momento de su vida, aunque la Navidad sea una época de esperanza y felicidad en general. No hay que dar por hecho el momento feliz que puede estar viviendo la persona, aunque se tengan muy buenas intenciones, hay una realidad detrás, y si no se trata de forma asertiva y con paciencia puede haber algún roce o disputa. Si tienes familiares con trastornos de la conducta alimentaria, debes mostrar empatía y no hacer comentarios que puedan hacerles sentir mal, ya sea empujándoles a comer más o menos, o cuestionar de alguna forma su forma física.
La mediación como manera de evitar una discusión
A veces, no podemos evitar una discusión familiar en Navidad. A través de la técnica de las preguntas podemos desviar la conversación hacia otro tema con el fin de prevenir el conflicto.
Si ves que en la comida o cena de Navidad el ambiente se está poniendo tenso, lo mejor es mediar y desviar la atención de un tema hacia otro con preguntas. Puedes preguntar por el mejor libro que se ha leído este año, la mejor película, el viaje soñado. Preguntas que puedan animar el ambiente y donde todos los integrantes en la mesa puedan participar de forma cordial.
Cordialidad frente a las discusiones en Navidad
Podemos estar en desacuerdo de algún tema de conversación, pero siempre debemos enfrentarlo con cordialidad. La madurez, la cordialidad y las habilidades sociales demuestran la capacidad de escuchar y ofrecer nuestro punto de vista desde la empatía y la comprensión.
Frente a temas discordantes sé más comprensivo y trabaja la cordialidad para evitar las discusiones y la tensión entre la familia y amigos.
La navidad es una época del año en la que debemos sentir más humanidad, compasión, bondad, comprender a los demás y querer. Este sentimiento es el verdadero espíritu navideño que sienten muchas personas, especialmente las religiosas.
Si ponemos en marcha nuestro “espíritu navideño” evitaremos discusiones en Navidad y no moriremos en el intento.