Trastorno dismórfico corporal
El trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental que cada vez está siendo más preocupante. El porcentaje de casos entre los y las adolescentes está aumentando considerablemente. Este grupo es más vulnerable a experimentar este trastorno por la fase de desarrollo de identidad que atraviesan durante esa etapa vital. El trastorno dismórfico corporal afecta a la autoestima de la población, a lo largo del artículo vamos a conocer más sobre este trastorno.
¿En qué consiste el trastorno dismórfico corporal?
El trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental que afecta a la percepción de defectos corporales mínimos, convirtiéndolos en una obsesión. No poder dejar de pensar y darle vuelta a esos presuntos “defectos” que son menores o incluso pueden no ser vistos por los demás.
Las personas que sufren este trastorno se sienten avergonzados e intimidados en muchas situaciones sociales, lo que acaba creando un estado de estrés y ansiedad crónicos en la persona. Estas personas se centran mucho en la apariencia y la imagen corporal y el resto de cosas pasan a un segundo plano. Esta fijación causa sufrimiento, teniendo un impacto emocional significativo que repercute en la vida diaria.
Lo característico del trastorno dismórfico corporal es la distorsión de la imagen corporal que puede tener la persona, llegando a generarle una preocupación excesiva por la apariencia física; por ejemplo, percibiendo partes del cuerpo de forma exagerada, considerándolos defectos y generando ansiedad.
El porcentaje de la población que sufre dismorfia corporal está aumentado considerablemente en los últimos años, siendo los adolescentes el grupo que presenta un mayor riesgo. Los jóvenes son un grupo muy vulnerable debido a los cambios físicos que se producen en esta etapa en la que la imagen corporal constituye un elemento para la configuración de su propia identidad.
La imagen y la identidad están vinculadas a las culturas, estamos en una época que los ideales de belleza son inalcanzables para gran parte de la población, en la que las redes sociales, los filtros de belleza y los retoques estéticos son grandes motivos para que prolifere este trastorno ya que en muchas ocasiones se muestran imágenes no reales que impactan directamente en la mente de los adolescentes, que pueden llegar a creer que son reales por el gran número de estímulos que reciben.
Síntomas de la dismorfia corporal
La dismorfia corporal se presenta con síntomas como la baja autoestima e inseguridades en las personas que la sufren. Los pensamientos negativos también se hacen presentes y cambian la percepción de la realidad en la persona que padece dismorfia corporal.
La incapacidad de gestionar las emociones genera una espiral que dispara un malestar derivado de la preocupación excesiva por el aspecto físico. Esta preocupación genera una obsesión con la apariencia que hace que las personas se miren varias veces al espejo, se maquillen de forma excesiva, se sometan a operaciones de cirugía estética o incluso, escondan parte de su cuerpo por la vergüenza que les genera algún rasgo en el que se fijan de manera constante.
Los síntomas más representativos de la dismorfia corporal son:
- La comparación del aspecto físico propio con el de los demás.
- La preocupación por una parte concreta del cuerpo, como la forma de la nariz, la aparición de acné, el tipo de pelo, la forma de los pechos, el tono muscular, etc.
- Hacen todo lo posible por ocultar los defectos percibidos.
- Evitar ciertas situaciones sociales en las que se puedan sentir expuestos.
- Se sienten deformes, no se encuentran cómodos con la forma de su cuerpo o alguna parte en particular, les avergüenza.
- Buscan la aprobación de los demás continuamente.
- Se sienten juzgados por su apariencia, creen que mucha gente los está mirando por tener una deformidad o algún rasgo físico que consideran defectuoso.
Además de estos síntomas, el trastorno dismórfico corporal está clasificado como un trastorno obsesivo-compulsivo y se relaciona con otras patologías mentales, o puede desembocar en depresión, trastornos alimenticios, etc.
¿Cuáles son las principales causas del trastorno dismórfico corporal?
La evidencia científica nos dice que no existe un solo motivo que desencadena el trastorno, sino unas combinaciones de diversos factores, entre los cuales, encontramos:
- La cultura de la imagen y los cañones de bellezas implantados en la sociedad es uno de los motivos por los que puede aparecer el trastorno dismórfico corporal. Cada día vivimos rodeados de estímulos que están asociados a la imagen corporal perfecta. A menudo es difícil no sucumbir a la presión.
- El bullying o ser rechazado/a por la sociedad es otro de los motivos por los que puede aparecer el trastorno. Las personas que han sufrido bullying en la etapa de la adolescencia son más propensas a tener una imagen negativa de su cuerpo y una necesidad de aceptación por parte de los demás.
- El miedo a la soledad y a no encajar en la sociedad es otro de los síntomas, la preocupación de no tener amigos y/o no encontrar pareja, deriva en que la persona pueda desarrollar este trastorno. A veces piensa que no tener amigos o pareja está directamente relacionado con no tener una imagen corporal idílica o deseada.
- No quererse a uno mismo es síntoma de una baja autoestima, lo que llevaría a verse a menudo mal en el espejo, lo cual puede tener consecuencias devastadoras en la salud de la persona.
- Ser una persona muy perfeccionista, puede llevar a ser exigentes y duros consigo mismos. Esta obsesión por conseguir la perfección, llevada a la percepción de la imagen corporal, puede ser un desencadenante del trastorno dismórfico corporal.
Estos son solo algunos de los factores, lógicamente cada persona es única y conviene revisar los casos de forma personalizada para entender los factores que han influido en el desarrollo del trastorno dismórfico corporal para poder tratarlo en terapia. Estos son simples aceleradores que podrían influir de forma más o menos directa, en función del caso.
Prevención del trastorno dismórfico corporal
¿Cómo prevenir? La forma de prevención del trastorno dismórfico corporal es alejarse de los factores, de las causas que lo aceleran, siempre que sea posible. No obsesionarse con la imagen y con lo que percepción de los demás, sin embargo, a una persona que sufre y que tiene problemas de autoestima o está baja anímicamente, es difícil intentar que no se obsesione con la gran cantidad de estímulos y mensajes que hay hoy en día circulando en las redes sociales, que nos impactan de forma muy directa, especialmente durante la delicada etapa de la adolescencia.
En definitiva, es importante favorecer una capacidad autocrítica en los jóvenes respecto de la información que les llega, que puedan y sean capaces de decidir respecto de la misma.
Sin embargo, a los primeros síntomas de preocupación lo ideal es buscar un especialista que se adapte a las necesidades del paciente para encontrar la forma de prevenir o tratar el trastorno. Los profesionales acompañamosa la persona, ofreciéndole pautas y ayudando a aceptarse y generar una capacidad autrocritica mayor; para mitigar el malestar derivado de trastornos como el dismórfico corporal.