Hoy es un día señalado en nuestro calendario: el día Internacional de la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Es día 30 de Noviembre y como no podía ser de otra manera, desde Bernus Psicología quiero aportar mi granito de arena en este día tan especial.
Dar visibilidad en este día tan señalado es muy importante para mí y aunque nos unimos a la lucha diaria trabajando con los y las pacientes de una manera muy especial debemos de seguir luchando para conseguir dar aún más visibilidad a estos trastornos que afectan a la vida de muchas personas.
Llenamos nuestro calendario con fechas especiales y todos requieren especial atención pero hoy junto al día 2 de junio, Día Mundial de Acción por los TCA son fechas en las que es necesario poner de relieve datos y cifras que debemos de tener muy presentes.
En ambas jornadas se hace un llamamiento sobre estos trastornos para contribuir a su prevención y para promover un tratamiento adecuado.
También se proporciona información que contribuye a erradicar mitos y se realiza un llamamiento a todas esas personas que no están correctamente diagnosticadas o sufren en silencio los TCA.
Es muy importante señalar esta fecha y hacerse eco para reivindicar la necesidad de destinar mayores recursos asistenciales a esta lucha.
Hoy dia 30 de Noviembre significa que podemos gritar todos juntos y animar a todas las personas afectadas con un ”SÍ, se puede”y queremos ayudarte, escucharte. Conozco muy bien la lucha agotadora que puede suponer padecer un TCA y quiero llevarte de la mano y transmitir fuerza y apoyo para conseguir salir de esta enfermedad.
Si eres una de las personas que sufren este trastorno quiero dirigirme a ti, porque quiero que sepas que no estás solo, no quiero que te sientas aislado, quiero decirte que tus médicos, tu familia y tus amigos quieren ayudarte, que no están en contra de ti, sino todo lo contrario.
Este tipo de mensajes son los que debemos de lanzar en este día especial.
Saber entender qué son los TCA y tipo de TCA
Los TCA son patologías muy graves, multifactoriales o multicausales, y altamente marcadas por la influencia de nuestro entorno y asociados a una angustia emocional, social y física.
Responden a un patrón persistente de una mala alimentación, poco saludable y desordenada.
La bulimia y la anorexia son tipos de TCA, caracterizados por una preocupación excesiva del cuerpo, por miedo a engordar en exceso y una preocupación excesiva por el peso y por la comida. Aunque no son los únicos trastornos de TCA, son de los más conocidos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos comportamientos alimentarios si persisten en el tiempo, pueden afectar y deteriorar significativamente la salud física, mental y el funcionamiento psicosocial de quienes los padecen.
En casos extremos, pueden llegar a provocar la muerte, constituyendo algunas de las causas más frecuentes el suicidio o la desnutrición.
Datos significativos sobre los TCA
En los últimos años se han visto incrementados los casos de trastorno de la conducta alimentaria y a raíz de la pandemia se están convirtiendo en un problema grave de salud en todo el mundo.
El Consejo General de Psicología de España estima que los trastornos de TCA afectan al 4,3 % de los adolescentes y jóvenes entre 12 y 21 años.
Resulta alarmante ver las cifras en España que hablan sobre el índice de mortalidad cercano al 10% de los diagnósticos de TCA.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos trastornos afectan a un 10 % de la población con edades cercanas a la adolescencia, con un mayor predominio de las mujeres.
Se trata de estadísticas escalofriantes que nos hacen pensar en la gravedad del problema y la necesidad de darle espacio en medios informativos y de difusión para aumentar la conciencia en la sociedad.
¿Cómo podemos prevenir los TCA?
La mejor manera para prevenir estos trastornos es difundir información acerca de la realidad de los TCA, informando de los síntomas de la enfermedad para que cada vez más personas sepan en qué consisten y podamos actuar a tiempo y así evitar situaciones graves.
Así mismo, es fundamental la educación en gestión emocional y diversidad corporal, y el fomento de la autoestima fuera de la imagen corporal.
Con este tipo de acciones podemos detectarlos lo antes posible dentro del entorno y en consecuencia podemos conseguir un diagnóstico adecuado.
Algunas de las recomendaciones que nos recuerda la OMS para identificarlos son: la detección de una visible pérdida de peso, los vómitos autoprovocados tras comer grandes ingestas de comida, la distorsión juiciosa sobre el aspecto corporal, la realización del ejercicio en exceso, de un modo adictivo incluso, el consumo de fármacos para la realización de limpiezas intestinales cuando no son necesarias.
El diagnóstico a tiempo y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir estados de la enfermedad más agudos. El tratamiento debe ser con la intervención de un equipo de profesionales médicos, enfermeros, psicólogos, psiquiatras y nutricionistas, e incluso profesores de educación física, acompañantes terapéuticos, según la necesidad de cada paciente.
Debemos de recordar que en estas situaciones no sólo el paciente necesita orientación y seguimiento sino también su entorno familiar, el cual se ve gravemente afectado.
En la actualidad, la presión social, los medios de comunicación y el uso de las redes sociales influyen de una manera muy directa en la población generando de una manera constante la comparación con el resto.
Una cultura de extrema delgadez, de unos ideales de belleza, nos sitúan en una línea muy fina que nos puede empujar a aumentar los factores de riesgo y llegar a padecer esta enfermedad.
Todo ello junto con las alteraciones en las relaciones familiares, vínculos sociales y una predisposición genética del individuo son el resultado de un mayor riesgo para los TCA.
En Bernús Psicología, el enfoque terapéutico pone atención en las emociones, en las sensaciones, en los pensamientos y conductas, buscando integrar y dar coherencia a las mismas desde la salud y el bienestar natural.