Comienza un nuevo año y nos proponemos propósitos
Llega un nuevo año y con él los nuevos propósitos: ser más eficientes en nuestro trabajo, pasar más tiempo libre con la familia, viajar, reservar más tiempo para uno mismo, hacer deporte, leer, posiblemente adelgazar, comer sano, dejar de fumar, etc.
Crear propósitos y objetivos supone un atractivo y puede responder al deseo de empezar de cero unido a una clara intención de cambio: personal, laboral, familiar, etc.
Es como si con el nuevo año supusiera dejar en el pasado los errores o los objetivos no conseguidos y con la llegada del nuevo ciclo desearemos cumplir con todo eso que deseamos y hasta ahora no hemos podido satisfacer.
Realmente los propósitos creados los empezamos con mucha fuerza, ilusión y muchas ganas, sin embargo y a medida que avanzan los días, nuestros ánimos decaen, quizás por falta de tiempo, organización, etc. y con ellos esos buenos propósitos que con tanta ilusión habíamos creado el día 1 de enero.
De hecho, un reciente estudio de la Universidad de Scranton ha constatado que con el paso del tiempo, los propósitos de año nuevo se van abandonando deduciendo que casi una cuarta parte de las personas (el 23%) había “olvidado” o “abandonado” sus intenciones cuando había transcurrido apenas una semana del nuevo año.
¿Es realmente positivo realizar la lista de propósitos al inicio de año?
Puede resultar frustrante no conseguir dichos propósitos y por esa razón conviene formular la pregunta: ¿es sano, recomendable hacer una larga lista de propósitos para el año nuevo, o es mejor evitarlas?
Crear propósitos realistas y que podamos cumplir o realizar pequeños pasos en nuestro avance puede ayudarnos a entender mejor los procesos de cambio.
Procesos normales a los que sometemos nuestra nueva vida e incluso nuestras nuevas costumbres que nos exigimos como parte de ese cambio: nuestras rutinas pueden verse afectadas, nuestros horarios, nuestros hábitos, etc. y a veces puede resultar realmente complicado, aunque no imposible.
Pero será muy complicado y necesitaremos de una gran dosis de esfuerzo y demás habilidades.
Algunos de los motivos por los cuales los propósitos de principio de año no se cumplen
Según la Asociación Psicológica de EEUU es creer que con la fuerza de voluntad es suficiente. Esta es la razón principal que alega la mayoría de la gente cuando explica por qué no pudo alcanzar sus metas.
Otras causas que resaltamos es la de proyectar metas poco realistas, haberse planteado demasiados objetivos o muy complicados en tiempo y/o forma o no efectuar un seguimiento de los progresos, incluso olvidar nuestra lista de propósitos planteados.
Por otro lado, existen motivos psicológicos más profundos: la nueva fecha puede estar señalada en nuestra agenda, pero nuestra vida, como nuestras actividades, nuestro entorno, etc. siguen siendo las mismas.
Así lo explican los psicólogos Bas Verplanken y Deborah Roy, investigadores de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, quienes denominan efecto de discontinuidad a esta facilidad para alcanzar estas metas en el estilo de vida si vienen acompañadas de cambios más profundos y estructurales (una mudanza, un cambio de residencia, un cambio laboral importante, una ruptura, una pérdida, etc.)
Ya conoces algo más sobre lo importante que es crear nuevos propósitos, como en ocasiones pueden ser una frustración en caso de comprobar que no podemos cumplirlos e incluso la importancia que tiene la elección de objetivos realistas.
Nuestra imagen a principio de año. ¿Es de verdad un propósito?
Uno de los principales objetivos suele estar ligado a nuestra imagen personal. A nuestro aspecto, a cómo nos ven los demás.
De modo que lo primero que debemos de analizar es si somos capaces de llevar a cabo este cambio, si es realmente necesario para nuestra salud o si estamos sometidos más a la demanda desde la sociedad (de nuestro entorno, de nuestra familia en algunas ocasiones) e incluso, si ese deseo de cambio responde a un deseo de pertenecer a un grupo en concreto.
Todas estas preguntas debemos de plantearlas una vez que ese objetivo aparece en nuestra lista.
Cómo construyes tu imagen personal y tu propio canon de belleza es importante, tratando de fortalecer tu autoestima y rodeándote siempre de personas que te aceptan tal y como eres.
Averiguar con la ayuda de un profesional si se trata de un problema de aceptación de nuestro cuerpo o si realmente existe una necesidad de salud es importante.
En ocasiones nuestros deseos de cambio corporal y de la distorsión de nuestra imagen responde con más fuerza a la demanda de los cánones de belleza no realistas, externos a nosotros mismos, idealizados por las redes sociales y por la publicidad que recibimos etc.
Sufrimos por todas estas razones que ajenas a nosotros nos afectan irremediablemente, exponiéndose a graves riesgos de salud, físicos y mentales, y en ocasiones irreversibles.
Algunos signos de alarma
Todos estos cánones que nos presentan y en consecuencia nos atraen están asociados directamente a un mayor éxito en nuestras vidas, social , laboral, familiar, sin tener en cuenta nuestra verdadera felicidad.
Puedes observar si de una manera compulsiva estas comenzando a pesarte, mirarte en los espejos, probarte ropa pequeña, compararte, medirTe distintas partes del cuerpo. etc.
Todas estas acciones pueden contribuir negativamente en tu actitud mental y pueden derivar en comportamientos más graves asociados a los trastornos de conducta alimentaria (bulimia, anorexia, vigorexia, etc.)
Si en algún momento, te has encontrado en algunas de estas situaciones, si te sientes identificado con lo que te hemos contado en este blog, si necesitas ayuda, o crees que puedes necesitarla para aclarar cualquiera de tus dudas, es importante dar el siguiente paso: una terapia con un profesional puede ayudarte a aceptar tu imagen corporal.
En Bernús Psicología tenemos las herramientas, contacta con nosotros y que sea parte de un objetivo o propósito de este nuevo año ser feliz.
Te ayudaremos. ¡Feliz Año Nuevo y felices propósitos!