8M: Mujeres y Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), ¿por qué ellas tienen más riesgo de padecer TCA?

8M: Mujeres y Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), ¿por qué ellas tienen más riesgo de padecer TCA?

El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para celebrar los logros y avances de las mujeres en todas las esferas de la vida. Sin embargo, también es un momento para reflexionar sobre los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en diferentes aspectos de su salud, incluyendo los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). En este artículo, analizaremos la conexión entre las mujeres y los TCA, explorando por qué tienen un riesgo más elevado y cómo la sociedad puede desempeñar un papel crucial en la prevención y el apoyo.

El vínculo entre las mujeres y los Trastornos de la Conducta Alimentaria

mujeres diversas tumbadas

Empecemos aportando datos para contextualizar esta realidad en nuestro país: 1 de cada 20 adolescentes españoles sufre algún TCA, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. El diagnóstico más frecuente durante la adolescencia es el de TCA no especificado, seguido por el de anorexia nerviosa y bulimia nerviosa.

Los TCA, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, afectan desproporcionadamente a las mujeres en comparación con los hombres. Este fenómeno ha llevado a numerosos estudios y debates para comprender la relación que existe. Diversos factores contribuyen a esta disparidad, desde influencias biológicas hasta presiones sociales y culturales.

Factores de riesgos de sufrir TCA que afectan a las mujeres

Analicemos los factores de riesgo que llevan a las mujeres, en particular, a padecer trastornos de la conducta alimentaria, uno por uno, para poder entender por qué les afectan más que a los hombres: 

  • Hormonas y genética

Las diferencias hormonales entre hombres y mujeres desempeñan un papel crucial en el desarrollo de los TCA. La pubertad, el ciclo menstrual y la menopausia son momentos de cambios hormonales significativos que pueden afectar el estado de ánimo y la percepción del cuerpo. Además, estudios genéticos han revelado que hay una predisposición genética a los TCA, y las mujeres pueden heredar una vulnerabilidad genética que las hace más propensas a desarrollar estos trastornos.

  • Presiones sociales y culturales

La presión de conformarse a los estándares de belleza establecidos socialmente es una carga que recae principalmente sobre las mujeres. Los medios de comunicación, la publicidad y las plataformas de redes sociales a menudo promueven imágenes idealizadas y no realistas del cuerpo femenino, contribuyendo a la insatisfacción corporal y a la búsqueda constante de una «perfección» que al no existir, al no ser real, no se puede lograr. 

Estas presiones culturales pueden alimentar el desarrollo de los TCA, ya que las mujeres, especialmente durante la adolescencia y la juventud, a menudo se esfuerzan por cumplir con expectativas poco realistas.

  • El papel de la autoestima y la autoimagen en las mujeres

La autoestima y la autoimagen son factores cruciales en la salud mental de las mujeres y juegan un papel fundamental en la aparición de los TCA, de nuevo influidas por la cultura y la educación. La baja autoestima, a menudo relacionada con la imagen corporal negativa, puede ser un factor de riesgo significativo. 

La presión para cumplir con los estándares de belleza convencionales puede destruir la autoestima de las mujeres, llevándolas a recurrir a comportamientos alimentarios destructivos como una forma de control.

  • Presión en distintas etapas de la vida

Durante la adolescencia, las presiones para encajar y cumplir con estándares de belleza pueden ser especialmente intensas, lo que puede contribuir al desarrollo de TCA. Otra etapa de la vida en las mujeres que genera presión social es la maternidad. Las expectativas culturales sobre la figura postparto y la presión para perder peso después del parto pueden afectar negativamente la relación de las mujeres con su cuerpo y la comida.

  • Experiencias traumáticas relacionadas con la imagen corporal

Experiencias de bullying relacionado con el peso o la apariencia física pueden tener un impacto significativo en la autoestima y contribuir al desarrollo de TCA. Además, comentarios negativos sobre el peso o la apariencia, ya sea de amigos, familiares o figuras públicas, pueden influir en la percepción de la propia imagen y desencadenar comportamientos alimentarios perjudiciales.

La comprensión de estos factores de riesgo es crucial para la prevención, detección temprana y tratamiento efectivo de los TCA en mujeres. Fomentar la autoaceptación, promover una imagen corporal positiva y abordar las presiones culturales son pasos esenciales para crear un entorno más saludable y de apoyo para las mujeres. Además, ayuda mucho el desarrollar pensamiento crítico ante la información de los medios y de la sociedad y tener su propio criterio y guía interna a la hora de decidir.

Estos son solamente algunos factores que influyen en la estadística de afectación de los trastornos de la conducta alimentaria en España. En el Día Internacional de la Mujer, se reclama equidad en todas las áreas de la vida, con respecto a nuestros compañeros los hombres. Los avances en los derechos sociales de las mujeres, como igualar los salarios, las medidas de conciliación familiar, etc. han contribuido a lo largo de la historia y siguen haciéndolo a la hora de reducir riesgos de salud mental en las mujeres, así como en la promoción del bienestar psicosocial. 

Es por ello que el 8 de marzo sigue siendo un día para celebrar revisando lo conseguido y seguir avanzando en los derechos, porque aún queda un largo camino que recorrer, en algunos países del mundo más que en otros.

La importancia del apoyo social y psicológico para abordar los TCA en mujeres

En el contexto social y cultural que nos encontramos, abordar los TCA en mujeres requiere un enfoque integral que incluya el apoyo social y psicológico.

Las amistades sólidas, las relaciones familiares saludables y la conexión con la sociedad pueden desempeñar un papel protector. La conciencia y la educación sobre la salud mental también son esenciales para reducir el estigma y fomentar un entorno de apoyo.

La prevención de los TCA en mujeres no solo recae en los individuos, sino también en la sociedad en su conjunto. Las políticas y programas que promueven una imagen corporal positiva, la diversidad y la aceptación son fundamentales. Además, es esencial fomentar la educación sobre la salud mental desde una edad temprana, equipando a las mujeres con herramientas para gestionar el estrés, construir la autoestima y desarrollar relaciones saludables con la comida y el cuerpo.

En el Día Internacional de la Mujer, es imperativo reconocer y abordar los desafíos específicos que las mujeres enfrentan en relación con los TCA. Al comprender los factores biológicos, sociales y psicológicos que contribuyen a este riesgo elevado, podemos trabajar juntos para crear un entorno que promueva la salud mental y empodere a las mujeres en su búsqueda del bienestar. 

La igualdad de género también incluye la igualdad en la atención de la salud mental, y es responsabilidad de la sociedad trabajar hacia un futuro donde todas las mujeres se sientan apoyadas, comprendidas y capaces de buscar ayuda cuando sea necesario.

En Bernús Psicología abordamos estos problemas desde la raíz, damos apoyo tanto a personas que sufren TCA como a sus familiares.